David Bowie se mudó a Berlín en 1976 buscando un cambio del tumultuoso estilo de vida que llevaba en Los Ángeles y buscando una nueva dirección musical. Berlín representaba un santuario donde podía centrarse en su salud y en la renovación artística. La naturaleza austera y dividida de la ciudad, junto con su rica vida cultural, le proporcionaron el material bruto y la inspiración que necesitaba para reinventarse.

Su tiempo en Berlín llevó a la creación de tres de sus álbumes más aclamados por la crítica, conocidos colectivamente como la "Trilogía de Berlín". Estos álbumes incluyeron Low (1977), Heroes (1977) y Lodger (1979). El sencillo Heroes se convirtió en emblemático de la era berlinesa de Bowie, capturando un sentido de melancolía heroica. Berlín no solo revitalizó la carrera de Bowie, sino que también dejó un impacto duradero en la industria de la música, influyendo en la dirección de la música electrónica y ambiental.